El Colegio de las mil aulas
Hace ya más de un mes que hemos iniciado este nuevo curso académico 2020/2021. Unos meses atrás muchos de nosotros ya sabíamos que el arranque iba a ser atípico y diferente por los motivos que todos conocemos. La gran pregunta que como equipos directivos tenemos que hacernos es ¿cuáles han sido las medidas estratégicas que hemos tomado para poder atender y abordar con éxito esta nueva etapa educativa que se nos presenta?
Ayer leí un artículo en el que se comenta que las previsiones de “normalización” de esta situación apuntan hacia el año 2022. El propio Bill Gates estima que la pandemia del coronavirus no terminará hasta dentro de un par de años, lo que independientemente de todos los nuevos escenarios económicos, laborales y sociales que esto conlleva, la Escuela y sus directivos deben de plantearse cuál será la estrategia a seguir ante esta histórica etapa de inflexión que da paso a una nueva Educación.
Sin lugar a dudas, uno de los aspectos más críticos desde el arranque de curso han sido los diferentes tipos de confinamiento y cierres de aulas ante las variadas situaciones de contagio en la comunidad escolar. Independientemente de los protocolos sanitarios de cada comunidad autónoma, en el caso de España, o de las decisiones de los distintos gobiernos o distritos, en el caso de Latinoamérica, todos nos hemos tenido que enfrentar a la realidad de una organización de aula que nos está obligando a desplegar infinidad de recursos y estrategias organizativas, que dan paso a lo que he querido denominar “el Colegio de las mil aulas”.
Dentro de mi trabajo como asesor de equipos directivos de la Fundación Maecenas en España, México, Dominicana o Perú, estoy trabajando los aspectos importantes que definen los factores críticos de esta nueva etapa. Por un lado hay que aclarar que España, con respecto a Latinoamérica, ya está en un proceso más avanzado en tanto en cuanto estamos pudiendo asistir al colegio, mientras que en los países antes citados, siguen confinados y sin clase presencial, hasta poder dar el pistoletazo de salida a una nueva fase de presencialidad que es la que nosotros estamos viviendo desde el mes de septiembre.
Es interesante ver cómo los equipos directivos, en función de su naturaleza y de su liderazgo, son capaces de prever una estrategia que suponga la antesala y la preparación de lo que ya estamos viviendo aquí.
Aunque pueda parecer extraño, muchos directivos no consiguen entender que el aula virtual es algo que ya debería de ser una realidad controlada e interiorizada en las dinámicas organizativas y pedagógicas del colegio, y que ahora hay que poner el foco en el nuevo escenario que estamos viviendo o van a tener que vivir al incorporarse al colegio de forma presencial.
EL COLEGIO DE LAS MIL AULAS
Pues sí, de repente, un alumno de una clase cualquiera muestra síntomas de coronavirus y por esa regla de tres la clase debe de ser mandada a su casa junto con su profesor de referencia. En otros casos un profesor da positivo porque en su casa se ha producido un brote de contagio y debe quedarse durante el tiempo que sea necesario hasta que remita la infección, y así diversas situaciones de lo más variadas, que como he comentado anteriormente, son valoradas en función de cada protocolo y en función de como cada Consejería de Sanidad esté tratando la infección en los centros escolares.
Nos encontramos por tanto ante situaciones en las que puedo tener niños que están con un PCR pendiente de análisis y se encuentran en su casa, mientras que el resto del grupo sigue asistiendo a clase. También tenemos el caso de profesores que se encuentran en su casa confinados y que dan clase a diversos grupos o diversas asignaturas y que por lo tanto deben realizar toda su actividad docente desde casa con sus grupos de alumnos asistiendo al colegio, llegando incluso a darse la situación en el que varios de ellos pueden estar en casa y por lo tanto la ecuación se complica mucho más: docente en casa y alumnos divididos entre la presencialidad al colegio y el confinamiento en casa bien por contagio o bien por familiares que lo están y por lo tanto está recomendado que el alumno no asista al colegio.
Este escenario que he comentado admite muchísimas más ecuaciones que dejo a vuestra libre interpretación y que seguramente estaréis viviendo en vuestros colegios sobre todo aquí en España, y que os tocará vivir de manera intensa en aquellas comunidades que estáis trabajando de la mano de nuestra Fundación, en diversos país
es del sur de América.
Como comentaba al principio, no todos los equipos de dirección han sido conscientes de las claves para poder acometer con éxito esta etapa del “ colegio de las mil aulas”.
En mi opinión el concepto de “aula híbrida” queda sobrepasada en el hecho de la simplicidad de profesores en el aula y los alumnos presenciales en el Colegio y/o en casa.
Antes esta realidad, ya estamos comenzando a poner en valor las nuevas ideas de cómo debe ser un centro educativo cuando la situación se estabilice. Cómo debe ser dotado un Colegio y qué aspectos son determinantes para abordar una nueva educación postpandemia.
Leo mucho en estos últimos días artículos de profesores, directivos o formadores de los de “verdad” que proponen infinidad de estrategias para poder abordar bien todo lo que nos va a tocar vivir. Es maravilloso ver la opinión que desde su experiencia nos aporta ese gran “campo de experimentación” en el que se han convertido los Colegios y las aulas.
Yo quiero aportar mi opinión y cómo hemos tratado la nueva visión del Colegio para esta nueva etapa de “las mil aulas” , para que a los que nos dedicamos a la dirección pongamos en práctica antes de que tengamos que gestionar desde la urgencia y no desde la anticipación.
La dotación tecnológica
Todo ha sido muy urgente. Muchos centros educativos se han tecnificado de forma ficticia, porque realmente la cultura del colegio no ha cambiado. Aunque hayamos introducido herramientas de comunicación que han salvado la papeleta a más de uno, junto a algunas aplicaciones que sirven para todo, no sería justo afirmar que somos centros con funcionamiento y cultura tecnológica. Ahora ocurre lo mismo: cámaras de última generación 360, televisores gigantes HD, ordenadores portátiles, micrófonos inalámbricos… son algunas de las cosas que se están apoderando de las aulas. ¿Estamos sobredotando los Colegios? ¿Está realmente el profesorado utilizando todos los recursos a su disposición? Pensemos muy bien en qué consiste nuestra estrategia tecnológica y cuál será nuestro proyecto pedagógico apoyado en la tecnología, porque sino … simplemente decir, que vienen tiempos de tener el granero lleno. Planifiquemos, diseñemos y desarrollemos nuestro proyecto tecnológico según las realidades que tenemos o si queremos ser más ambiciosos , según lo que queramos ser.
La formación tecnológica
Ahora no es el momento... Tenemos otras cosas más importantes. Éstas son dos de las frases más pronunciadas cuando hemos querido proponer planes de formación, tanto en anteriores etapas como en esta nueva fase de colegio que se propone igual o más compleja que la anterior. En el modelo virtual, cambiamos de canal, de dinámicas y de estrategias, pero teníamos una cosa clara: todos los alumnos estaban en un mismo escenario de aprendizaje.
En el escenario de la diversidad de clases con alumnos y profesores en diferentes realidades, el tener un buen manejo de herramientas técnicas, metodologías virtuales, evaluación adaptada a las mismas, recursos tecnológicos, apps y programas variados que permitan llevar a cabo el gran valor de la tecnología: la personalización diferenciada.
Creo que aquí se verán las grandes diferencias en los proyectos educativos y pedagógicos de la próxima década. Más que nada porque la tecnología actual y el despliegue por parte de los profesores, supone la antesala de una tecnología educativa más moderna y exponencialmente aplicable al aprendizaje. Ya no será una cuestión de metodologías - por supuesto que seguirán teniendo importancia - sino de tecnología basada en el dato, la automatización y la robotización en el aula.
Asi que fijense que importante es empezar a dominar estas bases actuales de tecnología educativa, lo que viene es de tal potencia ...
Espacios de aprendizaje: el aula móvil y creativa
La versatilidad en los espacios son otro factor determinante en esta nueva etapa. Ya desde hace unos años venimos trabajando en este tema con nuestro buen amigo Josu Iriarte (www.thelearningspaces.com) y los protocolos de seguridad han obligado a reforzar no solo el estilo de mobiliario, sino también la distribución de las aulas. Pero una cosa lleva a la otra.
Las aulas que han sido diseñadas o rediseñadas pensando en la versatilidad, han conseguido adaptarse de forma más eficaz y acelerada a las necesidades y exigencias de las aulas adaptadas a distancias. Todo es de manera más natural y sobre todo más amena y didáctica para los alumnos. ¡Cuánto están sufriendo los Colegios que han dado la espalda a la innovación en los espacios!
Bueno, no quiero ir más allá. Lejos de intentar complicar ideas o visiones, pretendo dejar claros algunos de los temas más importantes en el planteamiento y en la idea de un colegio con aulas versátiles y profesores preparados para un ramillete de nuevos escenarios.
¿El más crítico de los tres? Sin duda la formación. Sin ella, será querer seguir teniendo una forma de enseñar y de aprender que ya no existe. Dejó de existir time, time ago …
Mucho ánimo con todo¡ Nos vemos en las redes¡¡ #José Navalpotro ( parafraseando a Nodal)
“El desierto de las organizaciones está cubierto por los huesos de quienes creyeron saberlo todo y dejaron de aprender.”
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