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EL LIDER COMUNICADOR


Fantástico fin de semana en Córdoba con el desarrollo del Modelo Unesmun 2018. Un programa cargado de sentido para el desarrollo de habilidades relacionales, de liderazgo, empatía, negociación… habilidades necesarias en el futuro de estos jóvenes asistentes para darle sentido a una sociedad tecnificada que reclamará competencias en las personas que nunca, o de momento en un futuro cercano, tendrán las máquinas que se encargarán de realizar labores de análisis y data de forma más eficaz y eficiente que nosotros.

Por eso es importante el desarrollo de estas “soft skills” en los Proyectos Educativos de los Colegios … de esto ya hablaremos.

Del ramillete de habilidades para directivos, tenemos un módulo especifico en nuestro Posgrado de Dirección e Innovación que será impartido por Jerónimo García Ugarte, siempre me ha llamado la atención el gran valor que tiene saber comunicar.

Esta habilidad, competencia o facultad, va directa al desarrollo de una organización escolar. ¡Cuántos grandes equipos directivos escolares han empezado su debacle por una falta adecuada de comunicación ¡

El hecho de comunicar, como algunas otras habilidades directivas clave, se presenta como una dinámica estratégica en cualquier desarrollo de un equipo de dirección.

En estos momentos en los que por el impacto de la tecnología y su capacidad de la ruptura tiempo/espacio, parece más importante comunicar externamente que hacerlo internamente ( a algunos ya les duele el dedo de retwitear, no de twitear ), se está cayendo en el inevitable error de debilitar los colegios por una falta de escucha activa y reuniones grupales/personales que, lejos de vigorizarnos, nos están debilitando en las relaciones humanas, y por tanto en el proyecto.

Descuidarse por dentro, no mimar la comunicación estratégica interna, puede provocar un nivel de aislamiento de tal calado, que genere nuevas deficiencias organizativas y agrave otras ya en curso … ¿puede alguien creer que no se puede fracasar por no ser hábil en la comunicación interna? Pues vayan pensando que sí …

En mi teoría sobre la Dirección basada en Proyectos, utilizo tres grandes dimensiones: Proyectos Institucionales, Grupos de Desarrollo y la Organización.

La Organización Escolar, variable dependiente de un buen Proyecto y un buen grupo humano que lo sepa dinamizar, debe ser considerada como algo vivo. Las organizaciones piensan, sienten, se ilusionan, crecen, se deterioran y, si no se curan, mueren.

Por lo tanto, es importante establecer una primera máxima aplicable a la Dirección y la Comunicación: la mejor comunicación no arregla una mala dirección, mientras que la peor la desacredita, y por su parte, la peor comunicación agrava la mala dirección y la mejor la potencia.

Dentro de este complejo entramado del comunicar, y apoyándome en Enrique Sueiro, me gustaría destacar dos grandes verbos que resultan críticos en el proceso de comunicación directiva: escuchar y transmitir.

Escuchar es el verbo base en cualquier proceso de comunicación. Cualquier directivo que sepa escuchar, tiene ganado un gran paso de su liderazgo. Asociado al escuchar, encontramos un sustantivo adjunto que es humildad.

Pero, ¿qué supone escuchar con humildad? Inevitablemente, cuando uno escucha más que habla, esta potenciando un proceso de reflexión crítica absolutamente necesario para el saber transmitir. Desde la escucha, que no es lo mismo que oír, se potencian aspectos como aprender, rectificar, motivar y, en definitiva, crecer…

Por lo tanto, ¿podríamos hablar de un liderazgo basado en la comunicación?

Un liderazgo que lleve asociado el escuchar de forma activa, junto a una fuerte dosis asociada de transmisión en función de lo escuchado, y el valor intangible de la experiencia. Es importante valorar el saber hablar, pero creo, desde una visión muy personal, que sucumbe de forma abrumadora ante el saber escuchar.

Desde este escenario previo, surge el término de “transmitir”. Esa capacidad para hacer creíbles los mensajes en la organización. Cuanta gente conocemos que, con pocas palabras, apoyadas en fuertes ideas, consiguen llegar más a las personas, que otras con un encomiable discurso lleno de términos y retórica vacía … o como decía mi padre: “ Ser un bosque de palabras, y un desierto de ideas”.

Con este binomio “escuchar-transmitir” apenas se requiere esfuerzo para hacer creíbles los mensajes, ya que solo confirman lo que ya se percibía.

Algunos equipos directivos sacrifican la comunicación para preservar el status quo. En realidad, lo que se manifiesta es incompetencia directiva, exhiben inmadurez de gestión y miopía de sensibilidad.

Al igual que en el ejercicio del poder, también en comunicación su efectividad directiva se fundamenta más en su autoridad (liderar) que en su potestad (mandar). No hay que preocuparse cuando somos lo que decimos que somos; sin embargo, ante la incoherencia no hay palabras que transmitan de forma sostenible lo que no somos. La credibilidad es como el prestigio: no se autoconcede, sino que otros la juzgan merecida.

Otro aspecto a destacar es la temida infoxicación: mensajes, correos electrónicos, mensajería instantánea – miles de grupos -, boletines, reuniones y participar en infinidad de redes sociales pueden resultar estériles como herramientas si no sirven a lo que las personas quieren, necesitan y deben saber, sobre lo que realmente es necesario en el Colegio.

Por lo tanto, piense, escuche, sienta el sonido - o ruido - de su organización … y a partir de ahí, valore y transmita. No nos queda otra, si queremos liderar de verdad.

“El liderazgo es una forma de pensar, una forma de actuar y, lo más importante, una forma de comunicar” ( Simon Sinek )

Buena semana¡ Nos vemos en las redes… y disfrute para mis amigos sevillanos¡


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